Durante las vacaciones cambiamos muchas de nuestras rutinas habituales y eso puede conllevar que descuidemos, entre otras cosas, parte de los hábitos saludables que mantenemos durante el resto del año. Por eso tenemos que tener en cuenta que hay ciertas pautas a las que debemos prestar, si cabe, más atención durante estos días libres para proteger tus dientes el durante verano.
– Gestos que pueden favorecer las caries
No descuides la higiene bucal
Parece obvio pero en verano, debido a que solemos estar más tiempo fuera de casa, la mayoría suele descuidar más el cepillado diario. Por eso, si vamos a pasar todo el día en la playa o haciendo turismo, es importante que llevemos a mano un kit de aseo que incluya, al menos, pasta, cepillo de dientes e hilo dental. Así evitaremos que una repetida mala higiene bucal pueda producirnos problemas como las caries o la gingivitis. Probar la comida del niño para ver comprobar su temperatura, ‘limpiar’ con la propia saliva un chupete, ofrecer un mordisco de helado o compartir cubiertos favorece que los niños tengan caries si el que realiza los gestos las tiene. La caries es una enfermedad contagiosa que se transmite de persona a persona a través de la saliva.
– La Hidratación
Un 66% del cuerpo humano es agua, y se necesita ingerir un mínimo de 2 litros de agua al día para mantener esa hidratación. El calor o el sol intenso sobre nuestro cuerpo provoca deshidratación constante y origina la sed que intentamos paliar, sobre todo en verano, tomando bebidas azucaradas o altamente carbonatadas, que son las más perjudiciales para los dientes.
Si la boca se deshidrata, se vuelve más propensa a infectarse e inflamarse porque segrega menos saliva, provocando la sensación de ‘boca seca’, que causa problemas para tragar, hablar, comer, llevar prótesis dentarias o, incluso, puede producir dolor, irritación o quemazón de la lengua. Es necesario beber más agua que de costumbre en esta época. La saliva es esencial en la defensa frente a la caries, ya que diluye y elimina los azúcares, mantiene constante el PH de la boca y aporta el calcio y fosfato necesarios para remineralizar el esmalte.
– Deportes Acuáticos
Extrema las precauciones en determinados deportes
El buceo y el snorkeling son varias de las actividades que más nos animamos a hacer en el periodo estival, pero pueden ser un problema para nuestros dientes si nuestra salud bucodental no es la adecuada. La presión que ejerce el agua sobre mandíbulas y dientes, así como la del propio buceador al morder el tubo, puede acabar produciendo un intenso dolor, que se acrecentará si padecemos alguna enfermedad de las encías, caries o un empaste en mal estado. Es muy necesaria la detección y la prevención.
Exponer los dientes al agua con cloros y otras sustancias químicas, acumulan el sarro o placa dental mucho más frecuentemente que el resto. Es frecuente también el ‘síndrome de la boca del buzo’ o barodontalgia, un problema causado por el cambio de presión de aire, sobre todo si el buceador tiene grandes caries, empastes, encías inflamadas o infectadas.
– Acude al dentista antes de ir de viaje
Con el fin de proteger tus dientes durante el verano, no notar molestias o sorpresas desagradables durante las vacaciones, es recomendable acudir previamente a nuestro especialista para someternos a una revisión. Así conoceremos si nuestra salud bucodental es la adecuada y las precauciones concretas que debemos seguir en nuestro caso particular.
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